La prensa cubana denunció hoy la impunidad predominante en Estados Unidos una década después de los atentados terroristas contra hoteles de la isla que ocasionaron la muerte del turista italiano Fabio di Celmo, en 1997.
"Esta serie de crímenes se mantiene impune aunque su protagonista esté preso en territorio norteamericano, enredado en procedimientos que buscan evitarle una inculpación por terrorismo", señaló el diario Granma en un artículo a página completa.
Los atentados comenzaron el 4 de abril de ese año tras el estallido de una bomba en un baño de la discoteca Aché del hotel Meliá Cohíba, acción en la que fue responsabilizado como autor intelectual el terrorista Luis Posada Carriles.
La publicación recordó que tras su arresto el salvadoreño Raúl Ernesto Cruz León, autor material de la explosión en el hotel Copacabana en la que murió di Celmo, confesó de inmediato su vinculación con Posada Carriles.
En entrevista con el periódico The New York Times en julio de 1998, Posada Carriles confesó ser el autor de la campaña de atentados y reveló que los jefes de la Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA) habían orientado y financiado sus operaciones.
El Relator Especial de la Comisión de Derechos Humanos, Enrique Bernales, confirmó oficialmente en su informe que la campaña terrorista ejecutada en Cuba en 1997 fue urdida, preparada y financiada por encargo de la FNCA desde territorio estadounidense.
"Diez años después, mientras Posada Carriles se encuentra en manos del gobierno de Estados Unidos, las investigaciones sobre estos atentados se limitan a los modestos esfuerzos de un Gran Jurado, supuestamente reunido en Newark", subrayó Granma.
Ni el FBI (Buró Federal de Investigaciones) ni el Departamento de Seguridad Nacional tomaron la iniciativa de acercarse a los que el propio terrorista designó como los padrinos de su campaña contra hoteles cubanos, añadió.
Incluso el expediente de Posada Carriles, guardado en las salas de pruebas del FBI en Miami fue desaparecido por el agente especial Ed Pesquera (hijo del ex jefe de la policía federal Héctor Pesquera), según denuncias de la periodista norteamericana Ann Louise Bardach.
Al limitar su búsqueda de cómplices a unos cuantos sospechosos de New Jersey, el Gran Jurado dejó de lado a los miembros del Grupo Paramilitar de la FNCA cuyo apoyo fue decisivo en la ejecución de sus acciones, señaló la nota de Granma.
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