lunes, 2 de julio de 2007

Rebajarán en Ecuador precio de electricidad a sectores populares

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, firmará hoy un decreto que establece la creación de una nueva tarifa eléctrica, denominada de "Dignidad", que beneficiará al 68 por ciento de la población.
La rubrica del documento se realizará en la ciudad de Guayaquil, segunda en importancia del país y ubicada a 420 kilómetros al suroeste de esta capital.
Este anunció lo hizo Correa el fin de semana último y resaltó que se reducirá el costo a pagar por consumo de energía eléctrica del sector popular.
Se busca beneficiar con una tarifa de cuatro centavos de dólar por kilovatio a quienes tengan un consumo no superior a 100 kilovatios por hora en la Sierra y el Oriente, y 130 kilovatios hora para la costa, explicó.
El mandatario señaló que el gobierno realiza de esta forma una compensación para los sectores menos pudientes del país, pues como no pueden aumentar los salarios en una economía dolarizada, si busca reducir el costo de vida.
Puntualizó que con esta nueva tarifa se podrá exigir más pago en sectores rurales y aumentar la recaudación a nivel nacional.
El jefe de Estado destacó además que en lo que resta del 2007 se mantendrá el mismo costo por kilovatio hora, de 0,0870 centavos de dólar, debido a la decisión del ejecutivo de no subir este servicio.
Ante esta medida, se pronunció por acelerar la construcción de centrales hidroeléctricas, con miras a ganar tiempo y contar con una energía eléctrica barata.
Correa aclaró que se prevé asimismo desde el 2008 incrementar la tarifa para las clases altas, a través del denominado subsidio cruzado.
Abogó porque los "ricos (que gastan más) paguen más por los servicios públicos para subsidiar a los pobres, y que paguen más impuestos para financiar y subsidiar a los que más necesitan".
En tal sentido, defendió además fijar un gravamen a la herencia y dijo que esa "es la diferencia entre una democracia y una aristocracia".
De esta forma, se mejoraría la redistribución de las riquezas en uno de los países más inequitativos del mundo, aseveró.

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