Cuba demanda fin del bloqueo EE.UU.

El canciller Felipe Pérez Roque demandó al gobierno estadounidense ponerle fin al bloqueo contra Cuba, porque hace sufrir a ambos pueblos y al resto del mundo.
Sectores cubanos denuncian daños provocados por bloqueo
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Esa es la razón fundamental por la que Washington debería levantar la sanción a este país, señaló Pérez Roque al presentar la víspera el informe que llevará ante la ONU próximamente sobre la necesidad del fin del cerco a la isla.
El jefe de la diplomacia de La Habana apuntó que Washington debería considerar lo que representa el bloqueo a Cuba desde el punto de vista ético y no sobre el cálculo de cuánto pierde.
El titular aseguró no saber cuánto deja de ingresar Estados Unidos por concepto del bloqueo, pero señaló que de acuerdo con estudios publicados en aquel país, al menos cinco millones de norteamericanos visitarían la isla como turistas cada año.
Además, apuntó, compañías aéreas y hoteleras norteamericanas están privadas de oportunidades, así como el sector empresarial de alimentos, que podría incrementar sus ventas a Cuba.
También refirió que el pueblo estadounidense se ve limitado de beneficiarse de los medicamentos fabricados aquí o de la cultura cubana, entre otros sectores.
Creo que el elemento principal que deberían tomar en cuenta para renunciar a una política criminal no es lo que pierden, sino lo que nos hacen sufrir a nosotros, a sus ciudadanos y a los del resto del mundo, afirmó el canciller cubano.
Aseveró que su país está dispuesto a mantener un diálogo con Estados Unidos respetuoso de su soberanía y derechos, o de lo contrario seguirá resistiendo mil años las sanciones impuestas.
Cuba no ha sido puesta de rodillas ni lo será en el futuro, manifestó, y agregó que este el bloqueo niega acceso a recursos financieros, viola los derechos de los niños y provoca sufrimientos al pueblo cubano, como parte de su política genocida.
Aseguró que este cerco es el principal obstáculo al desarrollo económico de Cuba, al provocar pérdidas superiores a los 89 mil millones de dólares, un dato muy conservador y muy por debajo de las afectaciones reales.