Empresarios estadounidenses sellaron hoy negocios con Cuba para la venta de 318 mil toneladas de alimentos y otros artículos por 118 millones 626 mil dólares, esperanzados en un futuro de relaciones comerciales plenas y mutuamente ventajosas.
Al término de la ronda de negociaciones entre la empresa cubana importadora de alimentos (ALIMPORT) y 265 representantes de 114 compañías de 25 Estados norteamericanos, se suscribieron 12 contratos de diversa naturaleza.
Pedro Alvarez, presidente de ALIMPORT, indicó que el valor de la transacción se refiere a la mercancía puesta en Cuba, lo cual encarece el costo debido al bloqueo económico, financiero y comercial de Washington a La Habana desde hace casi 50 años.
Tras tres días de intercambio y pláticas, la nación caribeña compró a firmas estadounidenses 50 mil toneladas de harina de soya, 72 mil de frijol de soya, 150 mil de maíz amarillo, 12 mil 600 de cuartos de pollo y 816 de postas de cerdo.
Asimismo, ALIMPORT acordó para el segundo semestre de 2007 la adquisición de siete mil 736 toneladas de cortes de ave, 456 de cortes de res, cinco mil 254 de postes de madera y seis mil de papel gaceta, entre otros productos.
Para los empresarios estadounidenses, además de agradecer el profesionalismo y la seriedad de su contraparte cubana, la ronda recién finalizada dejó una señal clara de la necesidad de levantar las restricciones de viajes y el cerco económico a la isla.
Cuba es un importante mercado para nosotros, cuando el embargo (bloqueo) se levante, las compras serán más voluminosas y ayudarán a los dos países y pueblos, subrayó un representante de la empresa Louis Dreyfus.
Por su lado, el ministro cubano de Comercio Exterior, Raúl de la Nuez, consideró que la ronda de negocios fue una prueba irrefutable para la Casa Blanca de que ya es tiempo de acabar con una política que afecta de manera considerable a los propios estadounidenses.
De acuerdo con Alvarez, hasta hoy Cuba pagó a Estados Unidos unos dos mil 500 millones de dólares, por el movimiento de más de ocho millones de toneladas de alimentos, y los volúmenes podrían duplicarse o triplicarse, si cesaran las referidas medidas punitivas.
Las restricciones del cerco económico mantenido por La Casa Blanca obligan a La Habana a efectuar pagos de contado y anticipados, además de que sus compras carecen de créditos y la mercancía no puede ser trasladada en barcos cubanos.
Además, Cuba no puede vender a los empresarios estadounidenses ninguno de sus principales rubros exportables, como los biotecnológicos, ni hacer inversiones conjuntas con sus contrapartes.
Todos los representantes de empresas que suscribieron acuerdos con ALIMPORT se pronunciaron por un futuro de comercio abierto, bilateral y mutuamente provechoso, para dejar atrás una época de trueque unidireccional y vulnerable a criterios políticos de Washington.
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