En una nueva reflexión sobre los peligros que acechan hoy a la humanidad, el presidente cubano, Fidel Castro, llamó a los gobiernos del mundo a invertir en la salud pública y no en la carrera armamentista.
El ejercicio no lucrativo de la medicina es capaz de ganar a todo corazón noble, afirmó el estadista en su más reciente artículo difundido este martes en medios de prensa de la Isla.
Al hacer sus consideraciones, censuró la construcción de un "maravilloso submarino" en Gran Bretaña, que podría disparar los letales misiles Tomahawk a distancias de mil 400 millas.
Esta nave, aseveró, serviría para hundir lo que queda de prestigio a Gran Bretaña.
El holocausto de la especie es precisamente el destino de esa nave sofisticada, al decir del estadista cubano en su artículo titulado "El submarino inglés".
El mandatario critica la inversión millonaria en este artefacto, que podría navegar sin necesidad de recargarse de combustible en sus 25 años de vida útil.
Señala el estadista que con los siete mil 500 millones de dólares en que está estimada la construcción de esta nave de guerra, podrían ser formados 75 mil médicos y ser atendidos 150 millones de personas.
También pudieran edificarse tres mil policlínicos dotados de modernas tecnologías, y ser preparados decenas de miles de jóvenes como médicos, tal y como Cuba lo hace en el mundo, además de prestar colaboración.
El submarino inglés, de acuerdo con el mandatario, ilustra las armas sofisticadas con las que se pretende mantener el orden insostenible desarrollado por el sistema imperial de Estados Unidos.
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