Criticado aún por su tardía respuesta ante el huracán Katrina, el presidente George W. Bush viajó este sábado al estado de Minnesota, donde al menos cinco personas murieron tras el desplome de un puente sobre el río Mississippi.
Según informó la Casa Blanca, el gobernante prevé sobrevolar el tramo donde ocurrió el desplome, y se reunirá con las autoridades y familiares de las víctimas, que también incluyen a un centenar de heridos.
"Haremos todo lo que podamos para ayudarles a recuperarse y a reconstruir", expresó Bush este sábado en su tradicional mensaje radiofónico, divulgado previo al viaje del mandatario.
Cuando en agosto de 2005 el huracán Katrina azotó estados de la costa del Golfo de México, el Presidente estaba de vacaciones en su rancho de Crawford, Texas, y tardó dos días en ponerse al frente de la nación para destinar recursos federales a la recuperación.
El meteoro provocó casi un millar de muertes en esos territorios, la inmensa mayoría de ellas en Nueva Orleans, donde el deficiente sistema de evacuación de la población dejó a los ciudadanos atrapados por las inundaciones.
Las autoridades de Minnesota informaron este viernes que sólo ocho personas están desaparecidas desde que se desmoronó el puente, y no 30 como inicialmente trascendió.
Buzos de unidades de rescate continúan la búsqueda de cadáveres, sepultados en autos sumergidos y entre los restos de la ruta vehicular.
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