jueves, 8 de noviembre de 2007

Denuncia Alarcón maniobras de Estados Unidos en caso de terrorista

El presidente del parlamento cubano, Ricardo Alarcón, denunció hoy que con la apelación del caso de Luis Posada Carriles, el gobierno de Estados Unidos busca dilatar hasta el infinito juzgarlo o extraditarlo por sus actividades terroristas.
Con esa maniobra, refirió Alarcón al inaugurar aquí la primera reunión interparlamentaria Cuba-Bolivia, Washington "lo que trata es de evitar que Posada Carriles sea tratado como lo que es, un terrorista y un delincuente".
Refirió que pasaron cinco meses, desde el cinco de junio hasta ayer y agregó que el Departamento norteamericano de Justicia esperó hasta el último momento para presentar su argumentación legal.
El gobierno de Estados Unidos - prosiguió- decidió presentar a la medianoche, que era cuando vencía el plazo, la apelación para que la jueza revise su decisión de liberar al terrorista Posada Carriles.
Una jueza norteamericana ordenó en junio pasado la libertad de Posada Carriles al considerar que el gobierno de ese país actuó con dolo al tratar de acusar a Posada Carriles de supuestas violaciones migratorias, concretamente el haber mentido.
Esa letrada, sostuvo Alarcón, reveló además que si Posada Carriles es hallado culpable de ese delito, sólo podría ser sancionado a no más de un año de prisión y él estuvo 18 meses arrestado.
Entonces, indicó, si se diera ese proceso como dice Washington que se hará, Posada Carriles seguiría libre, porque no lo pueden condenar a más de un año de prisión.
El presidente del parlamento cubano aseguró que Estados Unidos apela para seguir con este enredo de una farsa supuestamente legal por las violaciones migratorias de Posada Carriles, mientras se niega a tomar la decisión de procesarlo penalmente o extraditarlo a Venezuela.
Precisó que el gobierno norteamericano tiene sólo dos opciones o lo extradita a Venezuela para que continúe el juicio que allí se le celebraba por ser el presunto autor intelectual de la voladura de un avión cubano y la muerte de 73 personas, en 1976.
La otra opción de Washington, señaló Alarcón, es juzgar a ese terrorista por ese alegado crimen.
Sin embargo, aseveró, Estados Unidos lleva ya más de dos años que no responde a la solicitud de Venezuela de extraditarlo ni lo procesa en sus tribunales.
Entonces, remarcó, el resultado es que se va a extender la larga espera para que Washington decida cumplir la legislación internacional.
Tras preguntar cuál es el efecto práctico de esa acción, Alarcón respondió extender, prolongar una situación de limbo jurídico en que se halla este terrorista, que está en libertad.

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