Miles de bomberos, policías y soldados combaten hoy los intensos incendios que azotan California desde el domingo último y que obligaron a más de medio millón de personas a abandonar sus hogares.
Incendios causan pérdidas por mil millones de dólares
Según cifras oficiales, los fuegos causaron la muerte de al menos dos personas y destruyeron unas mil 500 casas y negocios en ese estado norteamericano.
Para enfrentar a las llamas el gobierno federal envío aviones y helicópteros, además el Pentágono movilizó a unos 550 infantes de marina a las zonas afectadas.
Otros organismos como las secretarías de Agricultura y de Seguridad Interior mandaron mantas, catres y aeronaves cisternas a las zonas afectadas.
Ante la difícil situación, el gobierno federal declaró el estado de emergencia en los siete condados más golpeados: Los Angeles, Orange, Riverside, San Bernardino, San Diego, Santa Barbara y Ventura.
El Centro Nacional de Coordinación Interagencias informó que en los próximos días las condiciones climatológicas favorecerán la propagación de las llamas debido a las altas temperaturas, los fuertes vientos, que alcanzan los 80 kilómetros por hora, y la sequía.
El epicentro de los incendios es el condado de San Diego, donde cientos de miles de personas fueron obligadas a abandonar sus viviendas y trasladarse a escuelas y estadios.
De acuerdo con el alcalde de San Diego, Jerry Sanders, la actual catástrofe podría superar a la ocurrida hace cuatro años, considerada la mayor de la historia de California, que causó la muerte de 17 personas y arrasó con unas 300 mil hectáreas. "Tenemos todos los ingredientes que se necesitan para una tormenta de fuego perfecta: las temperaturas más altas, los parajes más secos y los vientos más poderosos", comentó el presidente del Consejo Municipal de San Diego, Ron Roberts.
La televisora CNN precisó que al menos 56 mil casas están amenazadas por las llamas.
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