La Isla de la Juventud, segunda mayor del archipiélago cubano, muestra hoy el porcentaje más elevado de electrificación al emplear diferentes fuentes de generación, entre ellas la energía solar en áreas protegidas.
Yuliet Carrillo, gerente de la Unidad Estratégica de Energía de la empresa COPEXTEL, explicó que la reserva ecológica de Cayo Potrero, dedicada a la protección y reproducción del cocodrilo cubano, se beneficia con un sistema fotovoltaico.
Ese importante centro de recría cuenta ahora con el servicio de iluminación artificial, producida a partir de las radiaciones solares que no agreden al entorno, al tiempo que prolonga el horario de alimentación del Rhombifer, reptil endémico del lugar.
Agregó que se instalan otros tres sistemas solares, dos de ellos en el parque nacional marino de Punta Francés, extremo suroeste del municipio especial cubano de Isla de la Juventud.
El montaje de esa tecnología, indicó, se incluye en el programa de la Revolución Energética que impulsa el país y la acometen técnicos de COPEXTEL y especialistas de ECOSOL Solar, ambas entidades del Ministerio de la Informática y las Comunicaciones.
Agregó que a partir del uso racional de los paneles se garantiza el servicio eléctrico en esos enclaves, distantes de las redes de distribución del sistema electroenergético del territorio.
La Isla de la Juventud posee experiencia en el aprovechamiento de la energía solar, a partir de la instalación de paneles fotovoltaicos en los centros de acopio de la industria pesquera y otros objetivos estratégicos de la geografía local.
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