Presionada por el Acta de Libertad de la Información, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos se dispone a revelar sus secretos más nebulosos, acumulados durante un cuarto de siglo de injerencia mundial.
La "Freedom of Information Act", refrendada como una enmienda en 2002, obliga a organismos federales a descubrir ante el público norteamericano archivos gubernamentales que ya no representen peligro para la seguridad nacional.
Bajo esa estipulación, la CIA revelará esta semana el macro-expediente titulado "Las Joyas de la Familia", que había sido celosamente sellado desde 1973 por el entonces director de ese cuerpo James Schlesinger.
Se trata de un dossier de 700 páginas que compila décadas de actividades ilegales de la agencia estadounidense en casi todas las latitudes del mundo.
Son documentos comprometedores que podrían provocar efectos políticos inopinados y dañar potencialmente al organismo de inteligencia, el cual luchó fieramente para mantenerlos clasificados.
"Véase a las llamadas joyas familiares como una sucesión de funcionarios de la CIA entrando en el confesionario y diciendo: Me perdona Padre, he pecado", ironizó Tom Blanton, director del Archivo de Seguridad Nacional (ASN).
Esta institución de la Universidad George Washington difundió la pasada semana algunas referencias a los textos desclasificados, que verán la luz en momentos en que la CIA también es criticada por la creación de prisiones secretas en Europa.
Algunos analistas políticos han llegado a decir que las actividades del pasado parecerán apacibles cuando se conozcan y comparen con las actuales operaciones encubiertas de la agencia en el ámbito internacional.
Las "Joyas de la Familia" podrían ser material para novelas de espías: conspiraciones para asesinar a líderes extranjeros, infiltración de grupos de izquierda y antibelicistas y supervisión de correos privados, entre otras acciones.
Todo indica que la CIA puso bajo vigilancia incluso a personalidades estadounidenses como la actriz Jane Fonda -una activista pacifista- y persiguió a renombrados periodistas como Jack Anderson y Brit Hume y el reportero del Washington Post Michael Getler.
Además se conocerá como la CIA organizaba su fisgoneo tecnológico contra China y la Unión Soviética.
Por el adelanto del ASN, trascendió que el ex fiscal general de Estados Unidos Robert Kennedy -hermano del asesinado presidente John Fitzgerald- dirigió personalmente un plan de atentado contra el mandatario cubano, Fidel Castro.
La confirmación de este hecho se deduce de una conversación entre el ex presidente Gerald Ford y su secretario de Estado, Henry Kissinger, sostenida el 4 de enero de 1975.
La mayoría de los casos son poco halagüeños, pero se trata de la historia misma de la Agencia, comentó su director, Michael Hayden, en diálogo con reporteros el viernes último.
El columnista Seymour Hersh publicó en diciembre pasado un artículo en The New York Times sobre la penetración de la CIA a los grupos antibélicos, que se considera la punta del iceberg del amplio memorando ahora revelado.
Algunos de los procedimientos reconocidos por la CIA trascendieron anteriormente durante investigaciones del Senado y comités de representantes sobre programas estadounidenses de inteligencia.
En síntesis, los archivos develados evidencian 25 años de violaciones de la carta constitucional de la CIA, a través de arbitrarias vigilancias domésticas, secuestros, e incluso experimentación química con humanos.
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