miércoles, 27 de junio de 2007

Blair presenta renuncia ante la Reina Isabel II

El primer ministro, Tony Blair, presenta hoy su renuncia ante la Reina Isabel II, paso que pondrá fin a 10 de años de gobierno marcados por implicar a Gran Bretaña en la guerra contra Iraq.
Blair participará este miércoles en la última sesión de preguntas de los miércoles en la Cámara de los Comunes para luego despedirse del personal de la oficina y residencia del jefe de Gobierno en Downing Street.
Culmina una década al frente del Ejecutivo, luego de convertirse en el premier laborista en ejercer tres mandatos consecutivos, aunque el último sin concluir.
Blair fue el único primer ministro en funciones en ser interrogado más de una ocasión por Scotland Yard, la policía metropolitana, por un caso de corrupción relacionado con el cambio de títulos honoríficos por donaciones para su partido.
Se marcha con las críticas sobre las espaldas, hasta de diputados de la agrupación gubernamental, por implicar a Gran Bretaña en la invasión y posterior ocupación de Iraq, a causa de la cual han muerto miles de civiles iraquíes y 153 militares británicos.
A ello debe, según las encuestas de opinión, el deterioro de su imagen y la disminución de su simpatía entre los electores, sobre todo después de conocerse que se desató la guerra con el falso argumento de que el estado árabe disponía de armas de destrucción masiva.
Su alianza incondicional con Estados Unidos le valió el sobrenombre de "perrito faldero" del presidente estadounidense, George W. Bush.
En su mandato, Londres fue blanco en julio de 2005 de una cadena de atentados terroristas que causaron 56 muertos, varios de ellos del tipo suicida, atribuidos a la participación de los británicos en la contienda contra Iraq.
Tampoco deja una buena huella en los sistemas de salud y educación.
Entre los logros más significativos, su homologo irlandés, Bertie Ahern, le atribuye el proceso de paz en Irlanda del Norte.
Su relevo, el ministro de Economía, Gordon Brown, hereda entre otras misiones recuperar la unión del Partido Laborista, dividido entre otras desavenencias por la ocupación del territorio iraquí.
Al ministerio dirigido por Brown durante los tres mandatos de Blair se adjudican los mejores frutos que exhibe el primer ministro saliente.

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