jueves, 7 de junio de 2007

Merma apoyo a Bush dentro de propio partido republicano

El presidente George W. Bush aparece hoy como el objetivo crítico principal, no sólo de los demócratas, también de los republicanos, cuyos líderes buscan subsanar errores camino a las próximas elecciones estadounidenses.
Los aspirantes presidenciales republicanos Tom Tancredo, Mitt Romney, Rudolph Giuliani, Mike Huckabee, y Duncan Hunter, entre otros, la emprendieron con señalamientos contra la actual administración durante un reciente debate televisivo.
El ex gobernador de Virginia, Jim Gilmore, y el representante Ron Paul atizaron las críticas contra el gobierno de Bush principalmente por sus desatinos en la guerra de Iraq y el desconcierto federal para diseñar una norma migratoria adecuada.
Desde la tribuna de Manchester, en el estado de New Hampshire, los republicanos enviaron un mensaje conservador al primer mandatario en contra de los homosexuales en el ejército y para priorizar al inglés como único idioma oficial de la nación.
Durante el tercer encuentro público de los 10 pretendientes presidenciales, los correligionarios de Bush manifestaron imputaciones contra la Oficina Oval similares a las de sus opositores demócratas que se reunieron el pasado domingo.
Lo cierto es que la presión del Ejecutivo para que el Congreso apruebe una nueva ley migratoria provocó una ruptura en la base conservadora del partido gubernamental estadounidense.
Los republicanos están sufriendo serias divisiones en sus filas, en gran parte debido a las ambigüedades del primer mandatario, comentó un editorial del diario San Francisco Chronicle.
Muchos ex partidarios del gobernante lo ven ahora como defensor de lo que llaman una amnistía para los indocumentados, y reclaman que la Casa Blanca se enfoque solamente en la seguridad fronteriza.
Un grupo de senadores conservadores recordó que prepara una réplica legislativa para modificar el proyecto de ley sobre inmigración considerado en la cámara alta estadounidense.

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